diciembre 01, 2004

Se puede ser

Y es un estado estable de inconformidad... tan contradictorio como mis pensamientos. Y ahora que no sé ((porque nunca supe)), y ahora que sé qué nó sé. Si me confundo una sonrisa con una baldoza floja. Si mis ilusiones son tan frágiles como el caparazón de una cucaracha aplastada contra la misma baldoza floja, que salpica hacia los costados ((la cucaracha también)). Y en ese salpicar se me mojan los pantalones, que alguien había mojado antes... puede que haya sido yo.
Pero sigo insistiendo en la esperanza. Y me conformo. Otra vez tan contradictorio. Si prefiero que no me mires. Prefiero que no me nombres. Que me ignores. Y a la vez me contradigo... porque no todo puede ser. Necesito encontrarte y que vos me mires, vos me hables, vos pises la baldoza ((la cucaracha, a esta altura de la confusión todo es tan lo mismo que me da escalofríos)).
Entre mi humo que se confunde con tu humo que se mezcla con tus labios que dicen que hay posibilidades de que se pueda ser lo que yo pienso que creo que me dijeron que no es tan imposible. Y el humo a la cara. Se puede ser. Porque ahora no es tan solo el mismo humo, también el miso líquido. También las mismas horas. Para volver al mismo lugar, de la misma forma y no poder dormir en toda la noche. Porque la sabana se pega... esa sábana que ocupa el lugar que no debe... donde debería estar otra cosa. Pero por lo menos, por un momento, creí ((creo)) que se puede ser.
24/02/05

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