diciembre 15, 2004

Circulo vicioso

Otra vez dejé que mis ilusiones me dejaran volar. Y cuando caí a tierra ya me había olvidado como se caminaba. Con mis pies temblorosos pisando sobre un terreno poco firme, volví a hundirme hasta quedarme con el barro en los ojos.
Sin darme cuenta había vuelto por el mismo camino, y no reconocía mis huellas. Estaba recorriendo el mismo lugar por el que ya había andado, y por el que creía no iba a volver. Pero estuve volando demasiado alto y caí nuevamente en mis imperfectas esperanzas. Hasta las ropas que cubrían mi cuerpo destruido, se asemejaban a las que en otros tiempos llevaba. Y otra vez mi ilusión se vistió de rojo y río (mostrando esos dientes que no iba a compartir). Quizás todavía no había bajado de mi sueño, y creí que aún todo era posible. Mientras tanto, inconcientemente, destruía toda posibilidad de concretar mi deseo.
Nuevamente, lo más duro fue caer. Y darme cuenta de que sigo sin comprender (aprender). No sé asimilar los errores. Fracaso tras fracaso me vuelvo más débil y más vulnerable. Cometo las mismas falencias una y otra vez... hasta que los sueños se acaben.

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