febrero 17, 2006

Hilos

Y me fui sin esperar.
No preguntes porqué.


Me siento tan poco egoísta a veces. Y quiero. Pero las palabras no me calman. No me ayudan. Se desbordan, me agobian. No me sirvo. Y a veces es tanto que no puedo. Todo se desnuda y me amenaza. No puedo ni quebrarme. Me parto el cielo en dos y abro el libro empezado. Un ojo me habla. El otro se ríe. El aire es pesado y complica. Pero soy yo. Aunque tampoco cargo todas las culpas, es más fácil. Y lo fácil no me gusta más. Tu nube se hace agua. Todo. No me explico. Los ojos cerrados, los ojos abiertos... que más da. Un hilo de luz que se apaga. Un hilo. Un párpado húmedo entre mis dedos húmedos. Necesito ser más egoísta. Hablar por mí. Creo que me salvé demasiado pronto. No me oigo. Cuando me entienda(s). Más allá de tu nube. Más profundo. Entre las línes. No acá. Para hacerlo bien. Me partí el cielo y abro el libro empezado. Me confundo las sombras. Me hago tierra antes de saber porqué. Con un hilo de voz te ruego. Un hilo. Un borde. Un agujero. Tres hojas más.

No preguntes porqué.