octubre 29, 2005

Es tanto

Se puede ser tan desagradecido y darse cuenta cuando ya es
tarde.

Despertarse con la migraña en la garganta, la frente sudada, la boca seca. Tantear entre la oscuridad sin reconocer nada. Nada de eso que me rodea todos los días. La vista borrosa me hace caminar despacio, como si lo hiciera sobre una alfombra mojada. Las venas se marcan en la espalda, parecen querer salir, alejarse, hartarse. El cuerpo como si llevara todas las palabras que me dijiste encima. Todo tan descuidado. Desparramado sobre mi mismo. Y sin ganas.

agosto 27, 2005

Despacio... otro

Eso de estar parado lo cansa. No sabe que hacer. Mira a su alrededor para ver lo mismo y sorprenderse de que nada cambia o todo a la vez. Nunca está seguro y menos ahora. Si alguna vez lo tuvo, ya lo perdió. Tiene que conseguir su lugar y puede que esté más lejos de lo que cree. Cabe la posibilidad de que esté parado en ese lugar y no se haya dado cuenta lo cual no es nada raro.
Se puso el despertador cinco minutos tarde. Se va a terminar comiendo vivo. Lo mejor es que salga a correr... aunque sea para retornar al mismo lugar. Pero dándose cuenta.
Un cartel luminoso está detrás suyo. Solo le bastaría abrir los ojos para notarlo. Mientras tanto... se le acaba el aire. Se ahoga. Se asfixia. Debe irse lo antes posible.

agosto 01, 2005

Aún no satisfactorio

Soy poco. Insuficiente. Soy ciego de un ojo, y veo la mitad de las cosas. Oigo con tan solo un oído, las cosas que no me convienen oir. Me falta un brazo para poder abrazarte, y medio labio para poder recibir tus besos. Sin lengua para maldecir. Sin lengua para susurrarte. La única parte del corazón que me queda, es la que sufre. Una sola mano para arrastrarme... porque con una sola pierna ya no puedo correr.

julio 06, 2005

El último orejón

Siento como si ya nadie me tuviera en cuenta. Y cansa. Harto de desayunar a la hora de la cena. Me desgasté. Me agoté. Pasé de ser uno más a ser uno menos.
Puedo volverme transparente. Nadie lo notaría. Puedo estallar en mil direcciones y nadie se enteraría. Vacío.
Cansado de ser el último orejón del tarro. Me alejé. Me desvanecí.
Quisiera ser valorado como antes. Aunque todo comienza y termina siempre en el mismo punto. Si yo no puedo, seguiré alimentándome con comida fría. Si no doy el paso ahora, tendré que esperar el próximo tren.

julio 03, 2005

Only love

Y puede ser que algún día, por cuenta propia, deje de amarte. Pero no lo puedo asegurar.
It´s only love
No se cual será el dolor más profundo. Todo cuesta. Lo único que se es que no cuento con mi ayuda.
and that is all
No estoy desesperado. Estoy tranquilo. Me veo tranquilo. Aunque podría estallar en mil pedazos en cualquier momento.
why should I feel the way I do?
Necesito dejarme en paz... dejar de amarte... para darme cuenta.
It´s only love and that is all
Cansado de amar para mi mismo. Para alimentar mi soledad. Pero es tan difícil...
and it´s so hard loving you

junio 05, 2005

Como el gallito ciego

Si hoy está todo tan extraño las palabras no salen solas y ya las formas se desvanecen se despegan de los cuerpos las sombras se multiplican y estallan podré seguir con las voces distorsionadas que se oyen a lo lejos aullan jugar al gallito ciego sin sacarse jamás la venda perder por arriesgarse todo tan extraño tan increible tan amargo lo seguro se vuelve duda las carcajadas reprimidas un paso lento esponjoso sobre el barro el día amaneciéndose desnudo desolado los árboles descascarados recordando las otras horas donde todo parecía tener sentido pero nunca supe si existió.

abril 24, 2005

Crudo

Con la misma excusa se mutila solo y no le vengan con explicaciones.
Nada de luchar cuando no valga la pena. Solo se gasta.
Es que se prefiere soñar, porque es más fácil. El conformismo de la ilusión y no la valentía de aceptar la realidad.
Crudo.
Hacerte un tajo sin saberlo... creyendo que te estás clavando una sonrisa. Pobre iluso que se choca contra el cielorraso y cura sus heridas con alcohol. Con el alcohol más sucio y el algodón más áspero.
El tiempo lo atraviesa y las palabras lo acribillan. No le vengan con explicaciones. Si la verdad les pesa tanto pueden arrojarla al vacío.
Todo lo que necesita no lo puede pedir. No puede articular las palabras. Se le seca la saliva se le escupe la lengua.
Ya da lástima. Y con la lástima tampoco consigue nada.
Crudo.
Dejenló llorar, que es su (única) verdad.
Siempre fue su verdad... no se la quiten cuando más la necesita.

abril 14, 2005

My pocket

I´m not that good
Just common
I´m not in mood
You should understand
Look my closed eyes and try
Do I look calm?
Nothing is sure right now
I haven´t got your hand in my pocket any more
And that´s hard to manage
You were so alone... but I don´t remember
Call me bastard
Lost in my (your) words
Could I be what you used to dream?
In my pocket, just your neckerchief
In your neck, just his caress

marzo 12, 2005

A punto

No quiero escuchar / no pasó nada / los dedos como si bailaran / otra vez / de haberlo sabido / ya lo sabía / y no pasó nada / todo me toca / todo lo que me toca me lastima / lo que me lastima me duele / de lo que me duele me quejo / pero dicen que no pasó nada / ¿que hago acá? / otra vez / la boca como si hablara / pero no dice nada / el tiempo suele pasar / es lo unico que pasa / del resto no pasa nada / la soga como si apretara / otra vez / ya fue / si sigo asi voy a destruirme / devorandome a mi mismo / no quiero escuchar mas / nunca otra vez / mi cabeza como si explotara / por favor / que no pase más nada

Hasta que se acabe la luna

No se si me oiste. Creo que ya te has dormido.
Voy a amarte hasta que se acabe la luna.
No levanto la voz para no alejarte del sueño. El mío está durmiendo a mi lado. Y no necesito cerrar los ojos para verlo. Tampoco dejarlos abiertos.
Voy a amarte hasta que se acabe la luna.
Si ahora el ayer no me importa. Las lunas que se acabaron, nadan en el mar de la nostalgia. Pero ahora sos vos la que respira en mi hombro. La que juega con la lengua en su boca. La que mueve los párpados como si fuera a despertarse.
Te conté la historia del tonto que juega a correr enterrado en la arena movediza. No se si me oís. No se si estarás soñando con mis palabras.
Voy a amarte hasta que se acabe la luna.
Si por una de esas casualidades, debo enterrar otra luna bajo mis pies, la hundiré con mis lágrimas, hasta llevarla a los más profundo.
Pero ahora sos vos la que brilla como la luna. La que se deja amar como el agua. Con la cara plateada.
Que no se acabe la luna. Eso quiero soñar. Que esta vez sea cierto.
Si queres sorprenderme, me harías bien. Y cuando se acabe la luna, poder despertar amandonos. Pero no depende solo de mi.
Hasta la luna te sigo. Hasta que se acabe, al menos.

Como ayer

Si cuando te tuve negué tu presencia.
Si cuando te ahogaste dejé que te hundieras. Esperando.
De todas las formas posibles... hasta hartarme.
Pero cuando te observo no te veo.
Cuando camino me quedo quieto. En el mismo espacio de siempre. Con el mismo paisaje, a la misma distancia. Esperando.
Con la lucha interna que me sobrepasa. Con los ojos rojos que no me alcanzan.
Porque no puedo. Porque simplemente espero.
Y se va a inundar el patio. Pero con mi pecho ardiendo. Y hasta que no tenga el agua hasta la nariz, seguiré esperando.
Caminando en el mismo lugar. Escribiendo las mismas excusas. Deshojando mis manos como pétalos del no.
Y los labios resecos. Y tu sonrisa comprensiva que me destruye. Y las pavadas de siempre.
Si cuando te esperé llegaste. Pero te seguí esperando.
Si cuando me quejo me oigo... me odio.
No es cuestión de esperar.
El tiempo no cura nada. Al tiempo no se lo debe esperar.

febrero 24, 2005

De las otras también

Cuando se está tan tranquilo es para temer. Pero preferí no temer, e hice bien. Disfruté. Exploré. Escurrí. Hasta la última gota. La gente puede ser tan buena. Pero hay de las otras también. Y todo el mapa se puede caer al piso, y ¡guarda! con el que se atreva a levantarlo. Que tenga las manos limpias y los dedos firmes. Parece que con tantas precauciones el mapa quedará en el piso. Ya nada está tan tranquilo. Las maderas empiezan a crujir y el monstruo del sotáno aulla.
Si a veces soy tan iluso que me la creo. Y un día me voy a olvidar de decirte...
Nada está tranquilo. Pero me lo tomo tan a pecho, que siento que el corazón me va a explotar porque no hay lugar para dos alli. Me tomo todo tan personal que me pierdo en mi mismo. Asimilo todos los problemas y creo que el monstruo del sótano me está buscando. Ni me conoce.
Me río por no llorar. Me atraganto por no tragar. Y un día me voy a olvidar de...
Detesto mi comportamiento tan insoportable. Quiero volver a tener el mapa bien colgado, ajustado con ese alfiler de gancho doblado. Pero bien martillado. De tanto insistir en martillarlo volverá a caerse. Y mis manos... bueno... mis manos serán limpias, pero mis dedos débiles no podrían levantarlo. Al menos podría patearlo. Golpearme el pie contra la pared y al fin quejarme de algo con razón.
Si a veces me quejo de lo quejoso que soy. Y de lo otro también. Y un día me voy a...

febrero 16, 2005

Sueño para dos

Cruzo la esquina esperando verte arrodillada en la vereda. Quisiera poder abrazarte y que me empapes con tu cara húmeda de tristeza. Decirte las palabras que quisiera escuchar, esas palabras que atraviesan los tímpanos y se desnudan en la mente. Palabras que suenan a besos ardidos. Palabras que saben a deseo. Quisiera que mis palabras se convirtieran en un tobogán para tus ojos. Que tus lágrimas caigan en mis labios. Ver cerrar tus párpados... saber que soñás despierta. Acariciar con mi mano tu pelo, hundiendo mis dedos en esa suave sensación de abrazar una almohada. Jurar que te amo. Cerrar los ojos a tu lado y saber que estamos imaginando la misma escena. Un río de lamentos que desemboca en una cascada y rompe contra las rocas de la bronca. Ambos observando ese río. Cayendo por el. Abrazados en la vereda. Aunque ya no sintamos el frío de la ausencia. Con tu mano en mi pecho, señalando el hueco del que sale mi sufrimiento. Que ya no es sufrimiento, sino recuerdo de un dolor. Tu aroma se introduce en mi boca. Mis manos recorren tu espalda. Y ya no somos dos. Somos un bulto cubierto de piel, arrodillado en una esquina, desafiante de la soledad. Sin necesidad de ahogar gritos, porque ya no hay a quien gritar. Haces sonar los dedos contra mi pecho. Y sonreimos los dos. No sabemos porque. Pero tampoco es tiempo para preguntar. Nuestras sonrisas se miran, se eclipsan en un beso. Las piernas confundidas en las oscuridad del silencio. Tu voz en mi cabeza. Mi aliento en tu cuello. Y ya no sabemos si es verdad.
Al cruzar la esquina observo la misma calle vacía. La misma vereda seca en pleno invierno. Mis ojos son suficiente para la escena. La garganta anudada. Mi paso se acelera y camina tembloroso. La esperanza se me cae de la mano y se estalla contra el suelo. Mientras el río de los lamentos se agranda. La cascada desaparece y el río se vuelve eterno. Con su agua plateada y los peces muertos que nadan sin sentido. Y en el hueco de mi pecho no suenan ni tus dedos ni los mios. Otra vez será. Quizás en otra esquina. Allí estarás. Arrodillada en tu llanto, esperando que yo cruce la esquina y corra a abrazarte.