marzo 12, 2005

Como ayer

Si cuando te tuve negué tu presencia.
Si cuando te ahogaste dejé que te hundieras. Esperando.
De todas las formas posibles... hasta hartarme.
Pero cuando te observo no te veo.
Cuando camino me quedo quieto. En el mismo espacio de siempre. Con el mismo paisaje, a la misma distancia. Esperando.
Con la lucha interna que me sobrepasa. Con los ojos rojos que no me alcanzan.
Porque no puedo. Porque simplemente espero.
Y se va a inundar el patio. Pero con mi pecho ardiendo. Y hasta que no tenga el agua hasta la nariz, seguiré esperando.
Caminando en el mismo lugar. Escribiendo las mismas excusas. Deshojando mis manos como pétalos del no.
Y los labios resecos. Y tu sonrisa comprensiva que me destruye. Y las pavadas de siempre.
Si cuando te esperé llegaste. Pero te seguí esperando.
Si cuando me quejo me oigo... me odio.
No es cuestión de esperar.
El tiempo no cura nada. Al tiempo no se lo debe esperar.

No hay comentarios.: